Black Myth: Wukong - Un Amor/Desamor en Cada Combate
Desde el primer momento en que te sumerges en Black Myth: Wukong, te atrapa esa sensación adictiva de querer seguir jugando, de no poder dejar el mando/control. Sin embargo, mi relación con este juego es un auténtico amor/odio. A pesar de que, a diferencia de los juegos Dark Souls, siento que el combate en Wukong puede llegar a ser algo frustrante debido al retraso en las animaciones y al delay que siento cuando pulso el botón y el personaje recién ejecuta el movimiento. Es como si hubiera algo de desconexión entre lo que yo espero y lo que el juego me responde, lo que me hace sentir como si estuviera peleando contra la máquina y no contra el propio enemigo.
Jugabilidad: Un Hack and Slash... o un Souls-like?
En cuanto a la jugabilidad, Black Myth: Wukong está entre un hack and slash o aventura y un souls-like. Y es que la dificultad en este juego no tiene la misma esencia que la de los Dark Souls; aquí si te atrancas en un boss, probablemente sea porque no has conseguido el objeto adecuado o porque tu build no es la más apropiada. Mientras que en un Dark Souls puedes superar casi cualquier boss con paciencia y determinación, en Wukong la cosa se siente más obligada: no hay muchas formas de afrontar un combate. El sistema de combate me resulta algo limitado, y aunque no tiene la profundidad táctica de otros juegos de este estilo, Wukong aún mantiene su atractivo.
Además, el juego te lleva a un punto donde la repetitividad en combate empieza a notarse. Hay bosses que simplemente no puedes derrotar de otra manera, y la obligación de realizar las mismas estrategias para enfrentarte a ellos, una y otra vez, le quita el toque souls-like que tanto me gusta. Y aunque la dificultad aumenta en nuevas partidas +, la experiencia no cambia mucho, lo que lo hace menos rejugable que otros títulos similares.
Un Problema con la Optimización... y con la Paciencia
Mi experiencia con Black Myth: Wukong también estuvo marcada por unos cuantos problemas técnicos. Empecé a jugarlo en su día de lanzamiento, pero pronto tuve que dejarlo debido a los crashes constantes y bajadas de FPS. Lo retomé seis meses después, pero aunque los problemas de optimización persistieron, tuve que adaptarme a ellos. Bajé los gráficos, pero solo conseguí empeorar la calidad visual, haciendo que la flora se viera más difusa, las nubes pixeladas y hasta las texturas del entorno se volvieran menos nítidas. Fue un dolor, pero, a pesar de todo, el arte conceptual y los escenarios del juego son preciosos. La banda sonora, siempre espectacular, acompaña cada mapa con temas que se quedan grabados en la mente.
La Historia: Basada en un Clásico, Pero con Sabor Propio
La historia de Black Myth: Wukong se basa en el Viaje al Oeste, un clásico de la literatura china, pero le da un giro único con personajes pintorescos que acompañan al protagonista. Aunque la narrativa es básica, la forma en que está contada es atractiva y carismática, con diálogos divertidos y momentos que te sacan una sonrisa. Eso sí, a veces utilizan palabras que podrían resultar confusas para algunos jugadores, pero en general, mantiene un buen ritmo.
El Arte de Combatir... y de Esperar
Los combates son, sin duda, lo más épico del juego, pero a veces me encuentro esperando demasiado. En títulos como Dark Souls la estrategia está en esquivar y atacar, mientras que en Wukong me vi varias veces atrapada en un ciclo de esperar, esperar y esperar, mientras el enemigo realizaba animaciones largas y sin interrupción. Esto rompe el ritmo de la batalla y hace que los combates se vuelvan más largos de lo que deberían. Eso sí, los bosses son únicos y cada uno tiene sus propias mecánicas, lo que me obliga a estudiar a cada enemigo a fondo para saber cómo derrotarlo.
Exploración y Mapas: ¿Lineales o Abiertos?
Los mapas del juego son, en su mayoría, lineales, con una exploración mínima que yo agradezco. Sin embargo, al llegar al último mapa, todo cambia y la estructura se vuelve más abierta. Esto, en lugar de mejorar la experiencia para mí, terminó rompiendo el dinamismo del juego. De repente, me encontré perdida, sin saber qué hacer o dónde encontrar los enemigos que debía derrotar. Por no hablar de los secretos, algunos muy difíciles de descubrir, que en teoría podrían ser opcionales, pero se vuelven casi imprescindibles, ya que sin ellos ciertos bosses pueden ser casi imposibles de derrotar
Transformaciones y Mecánicas Extra: Un Toque Extra que No Pega del Todo
A pesar de la gran cantidad de transformaciones y espíritus que puedes invocar, siento que son una mecánica innecesaria en el juego. Las medicinas, por ejemplo, tienen un efecto tan corto que nunca me vi en la necesidad de utilizarlas. Las transformaciones tampoco aportan mucho a la jugabilidad, más allá de ser un añadido extra que podría haberse evitado.
Conclusión: Entre el Hack and Slash y el Souls-like
En resumen, Black Myth: Wukong es un juego que se encuentra entre dos mundos: el hack and slash y el souls-like. Con una jugabilidad simple y fácil de entender, es perfecto para quienes busquen algo más accesible, pero también le falta la profundidad y la rejugabilidad de los Dark Souls. A pesar de sus problemas de optimización y algunos detalles que podrían mejorarse, sigue siendo una experiencia entretenida, con un arte conceptual impresionante y una historia carismática. Es un juego que, si bien tiene sus fallos, no deja de ser divertido y tiene el potencial de engancharte.
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